Sophia Magallanes
Desde hace varios años una nueva tendencia en el mundo
de las tecnologías de la información ha tomado posición en cuanto a
almacenamiento se refiere. Cloud Computing, o Computación en a Nube, se refiere
al modelo tecnológico que permite el acceso bajo demanda a un conjunto de
compartido de recursos de computación configurables, los cuales son liberados
con una iteración mínima con el proveedor. La Nube, por tanto, es entendida
como un espacio, intangible en apariencia, en el cual contenidos de toda clase
son almacenados y gestionados por usuarios desde cualquier espacio físico o
temporal, siempre que el acceso a la red esté garantizado.
Este modelo nació en respuesta a la larga serie de procesos
de innovación y desarrollo en cuanto a conectividad y posibilidad de almacenar
contenidos de forma compartida sin depender de un hardware fijo y estable. Esto
derivo en la creación de la “nube”, un
nuevo modelo de prestación de servicios de negocio y tecnología, que permite
incluso al usuario acceder a un catálogo de servicios estandarizados, los
cuales responden de forma flexible a las demandas de cada quién.
Las
soluciones Cloud Computing se agrupan en diversos tipos: Público, Privado,
Híbrido y de Comunidad. Cada uno de ellos presenta diversos modelos y
beneficios en cuanto a privacidad y alcance, los cuales han sabido ser
adaptados como eficientes modelos de negocio cuyo potencial real aún está por
verse. Del mismo modo, este servicio se clasifica en relación a la familia de
producto que ofrece, ya sea infraestructura, plataformas o software. Claro
ejemplo de ello es la reciente aparición de Adobe Creative Cloud, con el cual
gran parte de los componentes de los software de las suites que ofrecen se almacena
en la nube.
El uso de la nube a traído beneficios
como la reducción de costos, ya que no dependes ni dedicas presupuestos a
servicios de seguridad o mantenimiento del hardware; la capacidad de elección,
integración y agilidad de sus productos; así como las arquitecturas adaptables
a los cambios en las tendencias y tecnologías, lo cual permite una
actualización constante sin pérdida de datos.Sin embargo, la seguridad y falta de control; la
centralización, los bloqueos y el nivel de confiabilidad en el sistema; todos
ellos se han convertido en problemas que la nube aún tiene que superar para
ampliar su nivel de aceptación entre el público usuario de internet, tecnología
cuyo alcance se extiende a un ritmo cada vez mayor en el mundo empresarial.
 

 
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