Podemos pensar que con
tantas mejoras y reducciones de costes como planteaba en mi anterior post  vamos a
causar estragos en los puestos de trabajo de las imprentas, editoriales,
empresas de logística, librerías, etc. Naturalmente es una evolución que no está exenta de impacto pero necesaria, y que, bien ejecutada,
seguro que deja hueco y margen para todos. Eso sí, requerirá de una progresiva
adaptación y capacitación del personal para asumir funciones diferentes.
Una referencia de que éste
es el camino a seguir nos la ofrecen los famosos Cuadernos rubios , con su reciente incorporación al mundo
del comercio on line, que ha sido un éxito en
sus primeros meses, lo cual demuestra que otros modelos de negocio son
posibles.
Por
ejemplo, será necesario disponer de un buen servicio de soporte a todo el ecosistema
de dispositivos usados en los centros educativos, que cubra tanto el uso
como las reparaciones, préstamos temporales o sustitución del equipo.
Puede
ser el proveedor del dispositivo el que se encargue del soporte o bien montar
un servicio alrededor de dicho soporte, mediante acuerdos con fabricantes o
terceras partes (distribuidores, grandes almacenes, proveedores locales, etc.).
Se puede optar por dar un servicio completo al usuario (solemos llamarlo “valor
añadido”) y evitar que el cliente adquiera el aparato y el contenido por
separado, siendo la propia editorial la que ofrezca un pack que favorezca la contratación de forma conjunta.
Naturalmente
esto requiere de una lista de dispositivos homologados que soporten el
contenido del temario, ya que no todos los eBooks o tablets tienen las mismas capacidades
técnicas. ¡Pero cuidado! Lo que no vale es que cada año, como ocurre ahora, haya que cambiar de
dispositivo como cambiamos
de libros de texto. Esto eliminaría muchas de las ventajas económicas y
técnicas de las que estamos hablando.
Al igual que actualmente
cada centro y cada departamento escoge la editorial con la que impartir su
asignatura, también podría dar la opción de ofrecer este soporte junto al
contenido, a través de las propias editoriales o con otro tipo de acuerdos,
como he mencionado anteriormente.
Como
ejemplo, ya hay un colectivo de profesores de la Comunidad de Madrid que,de forma altruista y pensando en
la economía doméstica, va adaptando el
currículo oficial a formato de libro digital y que ya están usando algunos centros.
Han empezado con algunos cursos de instituto y Universidad, pero tienen
como objetivo dar a conocer y expandir esta iniciativa a otros compañeros.
Si
queremos aprovechar la capacidad de conectividad on
line, también será necesario preparar los colegios con redes WiFi accesibles para los alumnos y profesores. Redes que en
muchos casos habrá que desplegar de cero, en otros tan sólo ampliar, pero en
todos ellos requerirá un mantenimiento permanente.
Hay quién pensará que con
tantas facilidades, los alumnos pasarán el día conectándose en clase a Tuenti o
jugando al Apalabrados. Para quien vea esto como una seria amenaza para el
aprovechamiento de la clase, lanzaré una pregunta en alto: ¿quién no se ha
echado alguna vez una partidita a los barquitos en clase? Desde luego no habrá
sido esto lo que haya supuesto un fracaso escolar.
Como
he mencionado en alguno de mis anteriores posts,
no se trata de eliminar de las aulas al profesor, ¡ni hablar! Pero sí debería
provocarse un cambio de mentalidad en el profesorado y el alumnado, tanto para
modificar el modo en el que se explican las materias como para hacer un buen
uso del dispositivo en horario lectivo. Sería muy útil la participación de preparadores especialistas en nuevas tecnologías que den
unas pautas durante los primeros días de clase.
A
un ajeno como yo le han surgido miles de dudas, cientos de planteamientos y
decenas de opciones, habiendo dejado en el tintero infinidad de ellas para no
alargar aún más este post.
Así que, aunque el uso de estos dispositivos en las aulas ofrece muchísimas
ventajas, no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana y hay aún mucho terreno sobre el que pensar y
trabajar si queremos que sea un éxito, cosa que han de hacer los
expertos en la materia.
En
los últimos días han sido varias las noticias que han aparecido en las redes
sociales acerca de iniciativas de este tipo, como la de las escuelas de  Steve en Holanda o la disponibilidad
de libros de texto en itunes para ipads. Aunque
algunos conocidos me han mencionado que en el colegio de sus hijos ya hay
algunos movimientos en este sentido, la realidad es que sigue siendo residual.
Personalmente pienso que un cambio tan significativo no debería
ejecutarse de una forma tan individualista y, si me lo permitís, tan partidista,
ya que puede llevar a una monopolización del modelo poco deseable. Creo que
orquestarla de una forma más organizada aseguraría un mayor éxito y beneficio
para todos los sectores, incluido el doméstico.
Por
tanto, considero que los organismos e instituciones educativas deben plantear y
publicitar cuanto antes esta necesaria evolución, para activar la inquietud y
mentalización de los colectivos afectados.
 
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